El empresario Juan Miguel Villar Mir en una entrevista. Foto de Antonio Heredia. |
Madrid, España, 29 de diciembre de 2015
Luego de un año cargado de malas noticias, el presidente del Grupo OHL, Juan Miguel Villar Mir, cierra espléndido el 2015, ya que su compañía Ferroglobe, una fusión de la empresa norteamericana Globe y de Ferroatlántica, repuntó un 15 por ciento en la bolsa de valores Nasdaq el día de Nochebuena.
Este aumento significa alrededor de 230 millones de euros que se suman al patrimonio de Villar Mir, que posee el 57 por ciento de Ferroglobe.
Ferroatlántica es una de las empresas emblemáticas de Villar Mir, que adquirió en 1992 cuando era la división de ferroaleaciones de Carburos Metálicos; en 2007 se integró como grupo después de absorber a empresas tradicionales en el sector como la venezolana Ferroven (en 1998), la gallega Ramsa (en 2000) o la francesa Pechiney (en 2005).
Esta empresa es considerada una de las joyas de la corona de Villar Mir, y junto con la firma Fertiberia, es una de las empresas clave para el manejo de su holding, ya que cada una aporta cerca del 16 por ciento de su facturación global.
Después de adquirir Pechiney, Ferroatlántica se convirtió en el segundo productor mundial de ferrosilicios, y al fusionarse con Globe Speciality Metals será el primero.
La operación de la fusión, que fue planeada a comienzos de 2015, era estratégica para Villar Mir y para su consejero delegado, Javier López Madrid, quien también es su yerno.
Para Villar Mir, este 2015 ha sido un año agridulce, ya que los escándalos en México, al darse a conocer conversaciones telefónicas ilegales sobre presuntos actos de corrupción, llevaron a una caída en el precio de las acciones de OHL.
En el trasfondo del asunto de las grabaciones ilegales está su apoyo al presidente de México, Enrique Peña Nieto.
OHL ha tenido que vender activos para liquidar una deuda neta que a finales de 2014 ascendía a entre 7 mil 300 y 8 mil 100 millones de euros. Para los analistas, OHL está cambiando deuda del grupo por deuda patrimonial, y la fusión con Globe le representa un gran alivio.
OHL ratifica plan en Chile por 500 millones de dólares
Desde mediados de este año empezaron a tomar mayor fuerza los rumores que anticipaban que la española OHL, concesionaria desde 2013 del Terminal 2 de Valparaíso, en Chile, haría uso de una cláusula de salida o way out, que le permite retirarse del proyecto ante escenarios de incertidumbre o muy diferentes a los que existían al momento de adjudicarse la inversión.
Pero la compañía salió a calmar al mercado -y de paso a las autoridades-, ya que decidió aplazar en 12 meses esa opción de salida.
Álvaro Espinosa, gerente general de Terminal Cerros de Valparaíso (TCVAL), firma que opera la concesión de OHL, afirmó que la decisión de mantenerse en el proyecto ratifica el compromiso de la compañía por la ciudad y es una señal de su interés por invertir en Chile. La concesión considera el desarrollo de obras por 500 millones de dólares.
El ejecutivo explicó que la alternativa contraria era haber dicho “nos vamos” y sin el pago de ninguna especie de multa o compensación al Estado, añadió.
Espinosa explicó que uno de los elementos de incertidumbre que les permitía hacer uso del way out es la dificultad de aprobar ambientalmente el plan. Esa ha sido una de las tareas más complicadas del proyecto.
OHL inició el trámite del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) en septiembre de 2014 y esperan obtener la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) en el segundo semestre de 2016, “estamos trabajando en ese sentido”, afirmó Espinosa.
El cronograma de las obras considera que, una vez obtenida la RCA, la compañía iniciaría los trabajos de construcción a comienzos de 2017. Los trabajos se extenderían por 30 meses para estar operativos en 2019.
Solo para la comunidad de Valparaíso, el proyecto TCVAL implicará la generación de un mil 950 empleos -directos e indirectos- anuales, según consta en el EIA.
Con información de El Mundo y Mundo Marítimo.
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