Ciudad de México, 2 de diciembre de 2015
El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, advirtió que ante la volatilidad del peso frente al dólar, las empresas mexicanas que mantienen endeudamiento en moneda extranjera deben estar conscientes de los riesgos que están enfrentando.
Carstens dijo que el endeudamiento total de las empresas del país creció exponencialmente en los últimos años.
Aunque señaló que se ha encendido la alarma, “no se quiere hacer sonar fuerte”, porque consideró que los riesgos están contenidos.
A la fecha el saldo de la deuda que tienen las empresas mexicanas es de 121 mil millones de dólares, el doble de lo que se registró en 2008. Este monto incluye la deuda contratada directamente en el extranjero y la contratada con la banca mexicana en moneda extranjera.
Ante este escenario Agustín Carstens recomendó que las firmas que han adquirido deuda en moneda extranjera deban administrar los riesgos, sobre todo si no tienen una fuente de ingresos en moneda extranjera.
El riesgo principal que ha encendido la alarma, de acuerdo con el banco central, es una depreciación adicional del peso.
Esta podría tener efectos sobre la posición financiera de las empresas que aumentaron en mayor medida su endeudamiento en moneda extranjera.
Durante los últimos años, según el reporte del Sistema Financiero, la amplia liquidez prevaleciente en los mercados financieros internacionales permitió que las principales empresas mexicanas contrataran deuda por montos mayores y a plazos más largos de aquellos que les permitía el mercado de deuda nacional.
La depreciación del peso con respecto al dólar ha contribuido al aumento del apalancamiento de algunas empresas por el efecto de la revalorización en pesos de su deuda denominada en esa divisa y esa depreciación también ha tenido impacto sobre la utilidad neta de algunas firmas.
Ese resultado ha contribuido a que la deuda en moneda extranjera represente más de la mitad del endeudamiento total de las empresas.
A junio de 2015 el crédito en moneda extranjera a las empresas por parte de la banca nacional representó el 26 por ciento de la cartera total. Las empresas listadas en la BMV representaban aproximadamente el 25 por ciento de esta exposición.
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